UNA NOCHE EN EL INFIERNO

Una noche, hace unas semanas, pasé por una de las más duras experiencias de mi corta y aburrida existencia.

Eran las 12:20 de la noche, estaba en mi cama buscando algunos conciertos para descargarlos y viendo CSI en la televisión, algo me hizo dirigirme al baño, me vi en el espejo y me peine con los dedos, al mismo tiempo escuchaba unos "plops" sin saber de donde provenían; regrese al cuarto, la persiana tenía un color naranja, corrí a la puerta, vi el infierno en la tierra.

La televisión estaba en llamas, una parte ardía en la mesa y otra en el piso, junto a la pared, grite pidiendo ayuda a mis padres, mi mamá, llena de nervios pedía auxilio y mi papá trataba de apagar el fuego. Toda la familia ayudo en lo que pudo, llevando agua, bajando la llave de la luz, sacando las cosas inflamables del lugar. Luego de unos 5 minutos, que parecían eternos, logramos apagar el fuego. Todos completamente negros por el humo, asfixiados y asustados, empezaban a abrazarme y agradecer ese sentimiento de culto que tengo hacia mi cabello, que fue lo que me hizo salir de la habitación.

Al subir la llave de la luz, vimos lo que ocasionó el fuego, la habitación estaba completamente inundada, los restos de la televisión humeando en el suelo, el reproductor DVD quemado en su parte posterior y mi querida consola de Play Station estaba derretida; las paredes y el techo lucían negros por el humo, incluso las cortinas de la sala también lucían ese color.

Esa noche tuve que pasarla en el cuarto de mis abuelos, durmiendo en mi colchón, en el suelo; al amanecer tendría que ir a la universidad. Desde aquel día hasta hoy, estoy pasando las peores noches de mi vida en el cuarto de mis papas y mi hermana, los terribles ronquidos de mi papá y mi hermana no dejan dormir y sufro de estos molestos ruidos todas las noches.

No tengo idea si el incendio fue el castigo a todas las cosas terribles que hago en mi vida, o si el castigo es pasar las noches enteras durmiendo en el piso, soportando los ronquidos de mi familia y sin un lugar en donde poder ser yo mismo.

Sobreviví a un infierno, pero ahora tengo que luchar para sobrevivir a otro, el infierno sonoro de los ronquidos de mi familia.