El nuevo estadio nacional nos llena de orgullo a todos los peruanos, pero no todo es tan bello como lo pintan, ya que las tribunas de oriente y occidente ya no tienen nada que impida la invasión de cancha de los espectadores al campo de juego.
Todo está perfecto, la iluminación perfecta, las butacas para las 4 tribunas, infraestructura del primer mundo; todo quedará de lado si vuelven a ocurrir los acontecimientos del último domingo en la reinauguración del coloso de la calle José Díaz; con la llegada triunfal de la selección de fútbol que ocupó el 3er lugar de la Copa América, la gente de la zona baja de oriente y occidente saltando de la tribuna al campo para tocar a los nuevos héroes, generando más caos del que ya generaba la prensa.
Lo lamentable será la vuelta inmediata de una barrera en estas tribunas, ya que el comportamiento del peruano común es más que lamentable, sin respeto a las normas y al buen desenvolvimiento en lugares como este, aún se cree que estamos en la cancha del barrio y no se toma la dimensión real de lo que significa para el país ese coloso.
Por lo tanto, saltan un par de preguntas al aire si no se colocan barreras en al borde de la cancha, ¿Qué pasaría si Perú hace un gol y los jugadores se acercan a la tribuna o al banco de suplentes? O ¿Qué sucedería si un árbitro cobra un penal en contra de Perú que lo dejaría fuera del mundial? Aún no se puede dar el salto del 3er al 1er mundo en tan solo 15 minutos, es urgente que vuelvan los topes en esos lugares para que no ocurran hechos que nos pongan en el cuestionamiento y ser la burla mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario