martes, 19 de julio de 2011

EL FIN DE LA AGONÍA (ARTÍCULO)

Tener un once plagado de estrellas no te asegura ganar un campeonato, eso le sucedió al anfitrión de la copa américa, Argentina se quedó en el camino demostrando el peor fútbol de su historia, a manos de la garra charrúa en cuartos de final y de una de sus estrellas, Carlos Tevez.

Cuando todo estaba listo para que los rioplatenses logren su decima quinta estrella continental y primer título oficial luego de 18 años. Pero una fase de grupos ligera en el nivel de sus contendores, develó el miserable nivel gaucho en un sufrido empate ante Bolivia y un inexplicable empate frente Colombia, la goleada que le propinó a Costa Rica fue el partido a ganar y atropellar, pero siempre sufriendo en lo defensivo, sobretodo en el juego aéreo, el punto flaco de los hombres del fondo.



El esquema del Checho Batista era una vil copia del que desarrolla magistralmente el Barcelona de Messi, para que la pulga pudiera brillar como en el viejo continente, volvió a desmostrar por enésima vez que esa manera de jugar es producto el trabajo de un siglo de búsqueda de una identidad propia y no copiar un estilo que se formó en 100 años de entrenamiento.

Nunca encontraron sociedades, Messi se alejaba 50 metros del arco rival para buscar el esférico para luego eludir contrarios, topándose con paredes en frente; jamas encontró un socio, alguien con quien construir una pared o, simplemente un pie amigo que lo alimente de balones.



El gran culpable de que Argentina se fuera de su copa sin perder un solo partido, es el genio de los tres palos, Sergio Romero, el uno albiceleste evitó increiblemente la caida de su arco demasiadas veces, el guardapiolas se cansó e hizo todo lo humanamente posible por dejar el marcador en cero. Realizó las proesas más grandes, limpiándole la cara a la peor versión albiceleste de la historia.



Los penales le dieron la razón a Batista, ya que el jugador que tuvo que subir al bus copero por presión de todo un país y que no tenía un lugar en el equipo, Carlos Tevez, la estrella del Manchester City de Inglaterra terminó coronando un desastre total, erró el único penal de la tanda definitoria contra Uruguay; el destino y los disparos desde los 12 pasos, terminaron con el sufrimiento e hicieron ver la realidad a una de las mejores selecciones del planeta.

El fracaso es el resultado de haber perdido la identidad que cautivo al mundo entero durante décadas, dejar el estilo argentino de toque, gambeta, buen juego aéreo y atrevimiento frente al rival, para convertirse en cualquier cosa, desconcertando a todo el que observa a este equipo, uno que carece de alma.